¿Te sientes identificada con esta historia? Sales de casa con el pelo recién lavado, con un cuerpo y una flexibilidad espectacular. Pero antes de que llegue el mediodía, tus raíces se vuelven grasas y tu cabello pierde todo su estilo. Nuestros consejos te van a ayudar a poner un final “seco” a este grave problema.
Basta con desempolvar tus raíces grasas!
Lleva contigo un bote de polvos de talco o harina de maíz con bicarbonato de sodio. Basta con que te apliques una pequeña cantidad de una de estas sustancias en polvo en las raíces del cabello y trabajes el cuero cabelludo con los dedos tal y como lo harías con un champú. A continuación, utiliza un cepillo con cerdas naturales para eliminar todos los residuos de color grisáceo de tu pelo.
Utiliza alcohol en las raíces grasas
Vaporiza un poco laca en las raíces de tu cabello (asegúrate de usar una laca indicada para cabello fino o graso, nunca para cabello dañado) o masajea una pequeña cantidad de espuma en tu cuero cabelludo. El alcohol, tanto de la laca como de la espuma, absorbe el exceso de grasa y devuelve el cuerpo al cabello. Otro método sencillo: utiliza un algodón empapado en tónico facial para limpiar el exceso de grasa de tu cuero cabelludo. Los tónicos faciales también suelen contener alcohol que te ayudará a limpiar la grasa (revisa los ingredientes en el envase del producto).
¡La grasa bajo control!
Por supuesto, lavarte el pelo sería la solución adecuada, pero no siempre podemos hacerlo. En estos casos, el champú seco es muy práctico. Basta con pulverizarlo sobre el cabello, cerca del cuero cabelludo, y utilizar una toalla para frotarlo suavemente. Cepilla tu pelo y espera unos minutos a que el champú seco haga efecto.
Mantén el cabello alejado del cuero cabelludo graso
Cuanto más cerca esté el cabello del cuero cabelludo más grasa absorberá. Por lo tanto, debes cardar ligeramente el pelo más cercano a las raíces o el flequillo. Conseguirás dar más volumen a tu cabello y mantenerlo alejado de la fuente de sebo (grasa).
Más soluciones para las raíces del cabello graso:
- El flequillo no es del todo útil cuando se trata de ocultar las raíces del cabello graso. La raya al lado o en medio es mucho más adecuada, siempre puedes hacer que las raíces grasas formen parte de un look ultra liso o lacio.
- Si pocas horas después de lavarte el pelo tu cabello se vuelve muy graso, varias mechas pueden ser una solución ideal a este problema. El cabello con mechas tiene una estructura ligeramente más áspera y seca.
- Asegúrese de utilizar cepillos, peines rulos y tenacillas rizadoras que estén bien limpios. De lo contrario, los residuos de acondicionadores, productos de acabado y el sebo apelmazarán tu cabello poco después de habértelo lavado. Lo ideal es limpiar los cepillos y peines una vez por semana con un champú suave y dejarlos secar al aire libre. (Secar los cepillos y peines dejándolos sobre radiadores dañaría las cerdas.) Limpia regularmente la plancha de pelo y la tenicilla rizadora con un algodón empapado en alcohol puro.
- Si tu cuero cabelludo produce demasiado sebo (grasa) no debes, bajo ninguna circunstancia, utilizar productos de peluquería que contienen aceites, como por ejemplo la cera. Los productos de fijación a base de alcohol, como las espumas, lacas y geles fijadores son mucho más adecuados para el cabello graso. Como siempre, empieza utilizando poca cantidad, siempre puedes añadir más si es necesario.
- Usa cepillos con cerdas naturales (por ejemplo, las cerdas de jabalí). Estas cerdas son capaces de distribuir el sebo en el cabello.